Las investigaciones han demostrado que cuando sentimos compasión, nuestra frecuencia cardíaca se ralentiza, secretamos oxitocina (la hormona del amor), y las regiones del cerebro relacionadas con la empatía, el cuidado y los sentimientos de placer se iluminan, lo que a menudo hace que deseemos cuidar a otra persona
¿Cómo podemos desarrollar compasión?
Entonces, ¿Cómo puedo empezar a desarrollar compasión? La compasión comienza en nosotros mismos y hacia nosotros mismos.
Esta es la parte más difícil del proceso. Somos nuestros críticos más duros, y hasta que no aprendemos a ser amables y compasivos con nosotros mismos, no podemos serlo con los demás.
Primero necesitamos perdonarnos por las cosas que hicimos o nos ocurrieron en el pasado.
Estás creciendo constantemente, evolucionando constantemente hacia una mejor persona.
No estoy diciendo que sea fácil. Puede ocurrir que cuando empieces a mirarte con compasión, necesites llorar por todo el sufrimiento de tu pasado.
No estoy hablando de una mentalidad de víctima. Hablo de reconocer tu sufrimiento. Te estás perdonando. Eliges amar a quien eras y quién eres ahora.
La mayoría de nosotros no escuchamos de verdad. Siempre estamos interrumpiendo, juzgando lo que alguien dice o tratando de solucionar el problema que la persona tiene.
La compasión puede actuar en tres direcciones distintas:
1. De nosotros hacia los demás: Yo soy compasiva con los demás
2. De los demás hacia nosotros: Los demás son compasivos conmigo
3. Autocompasión: De uno mismo hacia uno mismo
Con mi programa de meditaciones personalizadas en compasión trabajaremos todo en nosotros y nuestro sufrimiento para poder sentir compasión por los demás.
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